Desaparición en Viña del Mar: Mujer lleva 5 días desaparecida tras ir a misa
- Martes 2 de abril de 2024
- 18:25 hrs
El testimonio de un vecino podría arrojar nueva luz sobre la desaparición de Teresita Aravena Muñoz, quien fue vista cerca de una garita de colectivos días después de su desaparición. Este desarrollo añade un giro intrigante al caso y refuerza el interés por resolver el misterio detrás de su ausencia.
La misteriosa desaparición de una madre ha conmocionado al sector de Reñaca Bajo, en la ciudad de Viña del Mar.
El jueves 28 de marzo, Teresita Aravena Muñoz, una devota de 57 años, salió de su hogar hacia la iglesia de Gómez Carreño para asistir a misa. Sin embargo, desde ese día, no se ha vuelto a tener noticias de ella, lo que ha dejado angustiados a sus dos hijos y a los vecinos de la población Río Palena.
La búsqueda se ha vuelto aún más complicada debido a que Teresita Aravena Muñoz tiene problemas de visión y no llevaba consigo un celular, lo que dificulta enormemente su localización.
Los familiares han expresado sus sospechas en relación con dos posibles escenarios: uno involucra un vehículo gris que merodeaba la zona de la iglesia y que podría haberla seguido, mientras que el otro apunta a un hombre peculiar que solía acompañarla al paradero después de la misa y con quien fue vista por última vez.
El jueves en cuestión, Teresita Aravena Muñoz salió de su hogar alrededor de las 19:00 horas con la intención de asistir a la misa en la Iglesia Unida Metodista Pentecostal. Informó a sus hijos que regresaría entre las 21:00 y las 21:30 horas, pero lamentablemente nunca regresó a casa esa noche.
"Pensamos que llegaría de madrugada, porque a veces se queda rezando afuera de la población. No llegó y al otro día tampoco. Ahí pensamos en poner una denuncia de presunta desgracia, pero aún no estábamos 100%... porque teníamos que llamar a Valparaíso, por si se había ido para allá", contó la hija, Amoris, al matinal de Chilevisión.
La ausencia de Teresita Aravena Muñoz resultó inusual para sus familiares, ya que el lugar al que solía acudir, la iglesia en Gómez Carreño, era prácticamente su único destino fuera de casa. La describen como una mujer hogareña que se dedicaba a sus labores domésticas, aunque ocasionalmente se quedaba rezando en los paraderos.
Preocupado por la situación, su hijo Lautaro visitó la iglesia el domingo 31 de marzo para verificar si su madre había asistido a la misa como de costumbre. La respuesta afirmativa que recibió aumentó aún más el misterio en torno a su desaparición.
"Me dijeron que la ubicaban por la foto que les mostré y que sí había ido. Estuvo un rato y salió rumbo al paradero, ahí le perdieron el rastro", comentó el joven.
El guardatemplo del lugar proporcionó la información de que el jueves "yo la vi. Permanentemente viene, y me extrañó que al día siguiente no estuvo. No la vi después, preguntamos por ella y nadie sabe de su existencia en este momento".
Días antes de la desaparición de Teresita Aravena Muñoz, sus hijos Amoris y Lautaro se enteraron de la presencia de un automóvil gris que había sido avistado cerca de la iglesia. Según algunos relatos, desde el interior de este vehículo habrían gritado hacia Teresita. Este incidente previo aumenta la intriga y la preocupación de la familia sobre lo que pudo haber sucedido con ella.
A Amoris, su madre le señaló que "la habían seguido, pero después dijo que quizá estaba imaginando cosas. Dios quiera que no le haya pasado nada malo, que esté sana y si alguien la tiene, que piense que hay una familia que la necesita y la quiere", señaló el hijo.
La investigación del caso dio un giro recientemente con una actualización significativa. Un vecino contactó a Lautaro durante la noche del lunes 1 de abril para informarle que había visto a su madre el jueves en cuestión, alrededor de las 23 horas, cerca de una garita de colectivos. Este nuevo testimonio plantea más interrogantes sobre los movimientos de Teresita después de su desaparición y añade más complejidad al caso.
Este antecedente es distinto a la pista del auto gris: "Sabíamos que había un caballero que acompañaba a mi mamá, era bien amable. Pero de repente él se molestaba por cosas que no debería haberse molestado con ella, porque no era su pareja, no era nada".
El hombre es conocido como "hermano Harry", vive presuntamente en Gómez Carreño y frecuentaba el mismo recinto que Teresita.